Cada curva representa un miedo. Pero el miedo que más nos preocupa quizás sea no caer. Una mirada hacia el infinito y el corazón metido en el bolsillo de atrás.
Me he introducido en un pensamiento nauseabundo, retorcido donde mis pesadillas son tan reales como tus besos, y tus besos tan anhelados como el corazón que permanece en mi bolsillo. Tenía que haber un momento en el que caminar solo puede relajar las neuronas, puede absorve parte de mi alma y expulsarla en medio de una línea. Unas palabras y seré tuyo, sere de nadie, sere de ti y de mi, seremos nuestros. Pero el caminante no recuerda ya el camino, y ese es el mayor problema. Dibújame el mapa en mi espalda y guiame hasta el infinito, con la mirada hacia mis ojos y mi corazón en tu bolsillo de atrás. Y una vez allí, ¿Cruzarías?,¿Partirias hacia....?